Este puente es el desdoblamiento de uno existente, un antiguo puente levadizo con grandes pilas en el río, que ya no se abre, y que probablemente en un futuro se sustituirá por uno igual al desdoblamiento que hemos construido. Por estas razones no se ha planteado ninguna relación de homogeneidad entre el nuevo puente y el antiguo; se ha buscado, por el contrario, una solución de contraste.
El nuevo puente salva el río con un solo vano de 116 metros de luz. El ancho del puente es de 10,80 m, y esto permite dar al tablero un canto reducido, 0,80 metros, porque en puentes de esta magnitud, el canto del tablero está más condicionado por la anchura del puente que por su luz longitudinal.
El tablero está formado, igual que en el puente Papaloapan, por dos vigas longitudinales unidas por diafragmas y por la losa superior.
La luz relativamente pequeña de este puente entre los atirantados, nos ha llevado a plantear una solución singular, dando máximo protagonismo a las torres con una configuración espacial, porque se abren en V en el alzado del puente, y se cierran en A en el plano transversal.
La forma de la torre en V obliga a que los tirantes tengan tres alineaciones, dos inclinadas que unen los brazos de la V y el tablero, y una horizontal entre los brazos de la V. Esto nos ha llevado a estudiar un sistema de sillas que permite fijar los tirantes a las torres para las cargas vivas, y que además permite sustituir los tirantes sin alterar el tablero o las torres. Esto se ha conseguido haciendo las sillas con doble tubo, uno exterior unido a la torre y uno interior libre, donde se alojan los cables de los tirantes. En los extremos de las sillas, fuera de la torre, se disponen anclajes pasantes para resistir las variaciones de carga en los tirantes producidas por las cargas vivas. Estos anclajes se fijan a la torre mediante una rosca que los une al tubo fijo de la silla.
El puente se ha construido por voladizos sucesivos hechos in situ mediante carro, avanzando simétricamente desde cada torre hacia el centro del vano principal y hacia las pilas extremas. Los anclajes de los tirantes en el tablero están espaciados 10 metros; esta distancia, y el canto de 0,80 metros del tablero, ha obligado a hacer un atirantamiento provisional en todas las dovelas que tienen 3,30 metros de longitud. Por ello, entre cada dos tirantes definitivos se disponen dos tirantes provisionales, que se retiran al tesar el tirante definitivo siguiente.