Este puente es el desdoblamiento de un puente colgante metálico construido en los años 50, con un vano principal de 180 metros de luz.
El proyecto del nuevo puente se ha basado en dos ideas fundamentales: en primer lugar hacer un puente actual, y en segundo lugar hacer un puente que armonizara con el actual. Por ello se ha proyectado un puente atirantado con el mismo contorno del colgante, y para ello las torres del nuevo puente atirantado se han hecho de la misma altura que las del colgado. La visión conjunta de los dos puentes es la superposición de los dos sistemas de cables: el cable parabólico con sus péndolas, del puente colgante, y los tirantes del puente atirantado, visión análoga a la del puente de Brooklyn en Nueva York, donde se utilizaron conjuntamente los dos sistemas de cables, cable parabólico y péndolas, más tirantes.
El sistema de atirantamiento adoptado ha obligado a utilizar un tablero más rígido que el de un atirantado normal; tiene dos cajones en los bordes unidos con diafragmas, con un canto que varía desde 4 metros en apoyos a 2,50 en la mayor parte del vano principal.
Las torres están formadas por dos pilas verticales unidas por una riostra de gran canto bajo el tablero, que sirve para dar rigidez transversal al conjunto frente a las fuerzas horizontales debidas al sismo.
El ancho del puente es de 33,50 metros, debido a cuatro carriles de circulación, dos posibles vías de ferrocarril urbano y aceras de peatones. Los tirantes se han anclado en el tablero cada 10 metros y esto nos ha llevado a desdoblarlos en dos muy próximos con un giro relativo entre ellos que les da una visión cambiante pero siempre unitaria.
Los vanos laterales y el arranque del vano principal se ha construido sobre cimbra. Una vez descimbrados estos vanos y apoyados en pilas provisionales se ha construido el vano principal por voladizos sucesivos atirantados, hasta cerrar en clave.