Torres Blancas es un edificio de hormigón armado sin vigas ni pilares. Todo son pantallas curvas y lisas. En este edificio se partió de dos ideas básicas. En primer lugar utilizar la pantalla contra viento como único elemento portante vertical y en segundo lugar utilizar estos mismos elementos portantes verticales, planos, curvos, plegados, etc., como el cerramient exterior del propio edificio. Dar cuerpo al edificio con su estructura resistente.
La estructura portante horizontal está constituida por losas macizas de 20 cm, configuración ideal para saltar sobre elementos portantes que vienen dispuestos por condicionantes ajenos a lo resistente, como es la distribución funcional del espacio interno de la torre. No existen, por tanto, direcciones privilegiadas que ordenen el trabajo resistente, minimizándolo. Por el contrario la forma general de la planta genera puntos de concentración de cortantes y por tanto de cargas, como son los extremos de las pantallas, las cuales se regruesan por este efecto, determinando su especial configuración.
Un reflejo de esta especial naturaleza del comportamiento resistente de las losas se encuentra en la distribución de la armadura en planta, que representa la voluntad de crear un orden, superpuesto a una función compleja de apartamentos, pisos y dúplex.
En aquella época, en que el ordenador no había llegado a España, la cuantificación de la respuesta fue abordada por el análisis exhaustivo del comportamiento de la losa cuadrada y de la losa circular en voladizo apoyada en su centro, de las cuales existían ábacos, y de como se interaccionan entre sí en el comportamiento complejo que imponen la realidad de los soportes. Las maquetas de cartón nos sirvieron de ayuda en esta interacción y finalmente una maqueta en mortero bien instrumentada nos aseguró de tantas hipótesis aventuradas que tuvimos que realizar para aproximarnos a la respuesta.
En la parte superior de la torre se cambia de uso. Se disponen grandes espacios libres materializados por discos huecos que se apoyan sobre las pantallas exteriores, lo que determina otro problema resistente diferente constituido por la interacción de unos discos circulares perfectos, de 10 m de diámetro, con suelo, colocado sobre unas pantallas quebradas irregulares. Para ello se plantea una superficie nervada ordenada en función del soporte y del disco, dando lugar a una forma interesante. La cubierta de estos discos es una cúpula muy plana que se apoya sobre el disco inferior por elementos puntuales articulados.
Incluso la cimentación es una losa uniforme de 1m. de espesor con regruesamientos de 50 cm., bajo las pantallas.
La construcción de las pantallas exteriores, e=15cm., se hicieron con encofrados trepadores y las losas sobre cimbra tradicional.