El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) promueve las obras del tramo Cañaveral-Embalse de Alcántara para la Línea de Alta Velocidad Madrid-Extremadura, en las que se encuentra el Viaducto sobre el embalse de Alcántara, que tendrá una longitud total de 1.488 m.
La principal singularidad del viaducto es el salto sobre el río Tajo mediante un arco de hormigón armado de 324 m de luz (superando los 261 m del Puente sobre el Embalse de Contreras, que es el actual récord europeo en puentes arco ferroviarios de hormigón, proyecto de CFCSL), diseñado con una directriz obtenida a partir de un estudio detallado de optimización de las flexiones de carga permanente con una aproximación a la curva antifunicular de dicha solicitación. 
El arco está formado por una sección cajón rectangular de canto variable entre la sección de arranques (4 m) y la de clave (3,5 m). La anchura varía linealmente entre los 12,0 m de la sección de arranques hasta los 6,0 m en la sección de clave. El espesor de almas y losa superior varía para conseguir un estado de compresiones máximas lo más homogénea posible.
La resistencia característica del hormigón empleado es de 70 MPa. El arco se cimenta sobre zapatas inclinadas de acuerdo a la ley de empujes y las condiciones resistentes de la ladera. 
La construcción del Viaducto del Tajo para la Línea de Alta Velocidad Madrid-Extremadura encara en este año sus fases más cruciales. La estructura de los dos semiarcos alcanza ya unas considerables dimensiones, al haberse ejecutado el 60 % de las dovelas (tramos de unos 3.8 m de longitud) de los que se componen.
El atirantamiento provisional del voladizo del arco se está realizando ya desde los pilonos metálicos de más de 50 m de altura dispuestos sobre el tablero, en la vertical de las pilas sobre arranques de arco, y con cada nuevo tesado, se realiza un reajuste de la carga de los tirantes anteriores. De este modo, se logra mantener en todo momento un adecuado estado tenso-deformacional en la estructura construida, posibilitando el avance en voladizo. 
Todo el proceso constructivo está sometido a una exhaustiva monitorización, tanto topográfica (mediante el empleo de estaciones totales robotizadas con adquisición automática de datos y transmisión a tiempo real) como a través de múltiples sensores de instrumentación (extensómetros, acelerómetros, anemómetros, células de carga, termómetros) dispuestos en diferentes puntos de control a lo largo de arco, tablero, pilas, tirantes y pilonos. Carlos Fernández Casado, S. L. dispone de un equipo de ingenieros a pie de obra encargados del seguimiento del proceso, en coordinación con el equipo de U.T.E. Cañaveral (COPISA-COPASA), que es la encargada de la ejecución. 
La calidad de ejecución y los rendimientos obtenidos hasta la fecha son más que notables, y la obra avanza con paso firme, presentando un aspecto de singular atractivo por su particularidad y por el entorno en el que se halla imbricada.
Texto: Manuel Escamilla García-Galán, ingeniero en CFCSL
Fotografías: Carlos Manterola (www.infotografia.es)
Video del Viaducto de Alcántara realizado por Adif.
