El conjunto de estas dos autopistas urbanas, 25 de Mayo y Perito Moreno, que cruza la ciudad de Buenos Aires desde el puerto hasta el borde interior, tiene una longitud de 17 kilómetros, de los que 15 son un viaducto elevado, para independizar la nueva autopista del tráfico de la ciudad.
El viaducto tiene ocho carriles, con un ancho total de plataforma de 36,2 metros, que se divide en dos viaductos independientes formado cada uno de ellos por dos vigas en cajón trapecial de 4 metros de ancho y 1,20 metros de canto, aligeradas con tres alvéolos de sección circular de 0,80 metros de diámetro. Estas dos vigas se unen mediante una losa y se prolongan lateralmente con unos voladizos, hasta llegar al ancho de 18,10 de cada viaducto. Cada viga se apoya en una pila, de forma que la sección transversal del viaducto completo tiene cuatro pilas.
La construcción se realizó mediante cimbras autoportantes, una por cajón, por lo que el frente del viaducto requería cuatro cimbras. Sobre las cimbras se montaron unos pórticos metálicos, igual que en el viaducto de Gerona, para conseguir un ritmo de construcción de un vano cada 4 días por cimbra. Se abrieron 8 frentes de construcción, por lo que se utilizaron 32 cimbras autoportantes. Esto daba un ritmo de construcción de aproximadamente 50 metros diarios de viaducto.
Además del tronco de la autopista se construyeron las rampas de acceso al viaducto principal y los enlaces de los distintos distribuidores que había a lo largo de la autopista. Todos estos ramales se hicieron mediante vigas continuas sobre pilas únicas construidas sobre cimbra convencional.