El acceso desde Galicia al puerto de Piedrafita de la Autovía A-6 obligó a construir en el tramo Castro-Lamas/Noceda dos viaductos de características análogas: ambos pasan sobre un valle en V, tienen una longitud de 403 y 385 metros, y una altura máxima de pilas de 80 y 85 metros. El ancho total de la plataforma es de 26,50 metros.
1- Proyecto inicial
La solución del proyecto inicial de estos viaductos, que hicimos para el Ministerio de Fomento, consistía en viaductos de canto constante con vanos principales del orden de 100 metros; esto requería cuatro pilas en cada viaducto, con alturas variables desde 25 a 85 metros de altura.
El tablero se resolvía con una sección en cajón único con grandes voladizos laterales. Estos voladizos se apoyaban en jabalcones, formando una triangulación con la losa. Esta triangulación exterior se completaba con una triangulación interior al cajón mediante jabalcones que iban desde las esquinas inferiores del cajón al punto medio de la losa superior.
La construcción del viaducto se hacía mediante voladizos compensados desde cada pila construidos in situ mediante carros. El tablero se construía en dos fases; en una primera fase se construía el cajón por voladizos sucesivos compensados mediante carros y una vez cerrados los voladizos, se montaban los jabalcones prefabricados exteriores y se hormigonaban los voladizos laterales.
2.- Proyecto de construcción
La empresa constructora planteó la posibilidad de modificar el proceso de construcción pasando a construir el cajón inicial mediante dovelas prefabricadas, en vez de hacerlo in situ mediante carros de avance.
En este planteamiento, y con la autorización del Ministerio de Fomento, proyectamos para la empresa constructora la modificación del proyecto debida al cambio de sistema de construcción propuesto por ella.
El cambio a llevado a las siguientes modificaciones:
En primer lugar se ha variado la luz porque la de 100 metros era excesiva para los medios de montaje que tenía la constructora. Por ello se redujo a 75 metros que es la que resulta si se añade una pila más en cada viaducto.
Comparando el encaje en el valle de ambas soluciones, resultan igual de válidas las dos. La luz de 100 metros se había adoptado después de un estudio de opmitización en función de la altura de pilas. Esta luz resultaba algo menor que la altura de pilas, para un viaducto con pilas de altura constante, pero en los viaductos de Piedrafita esta luz óptima lógicamente es más pequeña al tratarse de valles en V. La ventaja de las luces grandes es que hay que hacer hemos cimentaciones, y por tanto se afecta menos al valle.
En segundo lugar se modificó la sección transversal para reducir el peso de las dovelas. Para ello se redujo al máximo las dimensiones del cajón, aumentando los voladizos. Del cajón trapecial del proyecto se pasó a un cajón rectangular sin triangulación interior. El canto del tablero es de 3,70 metros, y los voladizos laterales de 9 metros.
La construcción se hizo por voladizos sucesivos, apoyando los voladizos inicialmente sobre cuatro gatos que permitían regular su posición final. Las dovelas se montaban con una viga de lanzamiento que las colocaba alternativamente en los dos voladizos simétricos desde cada pila. Una vez completado un vano se cerraba la clave y se pasaba la viga de lanzamiento hasta apoyarla en la pila siguiente.
Las dovelas se fabricaban en un parque lejos de la obra, mediante dos enconfrados fijos. El cierre de una de las caras de cada dovela se hacía con la dovela anterior. Es lo que se llama “fabricación de dovelas conjugadas en línea corta”.
Estos viaductos se terminaron en 1999.
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