Es el primer puente construido por voladizos sucesivos mediante dovelas prefabricadas que hizo Carlos Fernández Casado. La estructura es una viga Gerber (tramos-ménsula la llamaba Fernández Casado) con un vano central de 70 metros de luz. Las ménsulas de 20 metros de longitud se hicieron con dovelas prefabricadas de 10 toneladas de peso, montadas con blondin y unidas con juntas de mortero. A continuación se montaron las vigas prefabricadas de 30 metros de luz del tramo central. La sección transversal del puente es de 9 metros de ancho y está formada por dos cajones unidos por la losa superior. Los dos cajones se construían con dovelas independientes, que luego se unían in situ con la losa superior.
El proyecto de este puente lo hizo Carlos Fernández Casado en la oficina técnica de Huarte y Cia, pero lo incluimos en las obras hechas en la empresa como precedente de los puentes construidos por dovelas prefabricadas, y porque se reforzó posteriormente con un proyecto realizado en esta empresa. El refuerzo fue debido a que el puente se había dimensionado con una instrucción de cargas más ligera que la que estaba en vigor en aquel momento. La razón de emplear un tren de cargas reducido es que Carlos Fernández Casado estaba estudiando la posibilidad de establecer un tren de cargas más pequeño para las carreteras locales.