El puente sobre la ría de Pontevedra es un viaducto de grandes dimensiones situado muy próximo a la ciudad. Tiene dos vanos principales de 120 metros de luz, y una longitud total aproximada de 700 metros.
La ría de Pontevedra a la altura del nuevo puente de la autopista tiene una anchura de 250 metros aproximadamente, dividida por una línea casi centrada, formada por el espigón que separa el canal de navegación de la zona de menor calado. Por ello el puente se ha definido con una pila central en V y dos vanos principales de 120 metros de luz que salvan la ría completa. Estos vanos principales se prolongan a ambos lados con unos viaductos de acceso de cuatro vanos de 30+3×40 en una margen y de 30+7×40 en la otra.
El viaducto se desdobla en dos tableros independientes formado cada uno de ellos por un cajón de canto variable, con canto máximo en la V central de 5,68 metros y mínimo en los extremos de 1,90 metros; este canto se conserva constante en los viaductos de acceso.
La construcción del puente principal se hizo por voladizos sucesivos atirantados provisionalmente, partiendo de la V central, que estaba empotrada en la cimentación, y avanzando en voladizos simétricos hasta llegar a las pilas laterales.
El atirantamiento es simétrico y se hizo desde una torre metálica situada en el eje del puente que debía resistir las fuerzas transversales que producían los tirantes en la cabeza de la torre porque el puente es curvo. Igual que en el puente de Cuenca, el atirantamiento se suprimió cuando los voladizos se apoyaron en las pilas laterales. Los viaductos de acceso se construyeron in situ sobre cimbra.
El puente se terminó en 1992.
