El grupo CFC-SMEDI ha participado junto a AECOM, SBP, Zaha Hadid Architects, ARUP y Super Geometry Architects en el concurso internacional restringido convocado por las autoridades de la ciudad de Chengdu, China, denominado Sollicitations of Proposals for the Conceptual Design Scheme of Six Bridges in Jiangxi River, Chengdu Hi-Tech Zone.
La actuación forma parte de un ambicioso plan de expansión de la ciudad de Chengdu, en la denominada ciudad aeroportuaria, prevista para alojar a más de 10 millones de habitantes. Los ejes que han guiado el diseño de este nuevo espacio urbano son la integración con el entorno natural y la sostenibilidad de la actuación.
La propuesta de CFC-SMEDI resultó ganadora en Junio de 2019 del denominado East Line Cross-Jiangxi River Bridge. El diseño de detalle ha sido desarrollado por un instituto de diseño local con la colaboración de CFC-SMEDI, desde esa fecha hasta principios del año 2020, encontrándose actualmente casi finalizado y estando previsto el inicio de las obras en breve.
Javier Muñoz-Rojas, Director del proyecto de CFC destaca las principales características de la obra «Uno de los objetivos prioritarios de nuestra propuesta fue no sólo la búsqueda de una implantación y volúmenes del puente que minimizaran la ocupación en los atractivos paisajes que lo rodean y en el parque fluvial que discurre paralelo al río, sino también contribuir a mejorarlas y a ponerlas en valor por medio de la propia obra que cuenta, según lo requerido por las autoridades, con una personalidad y presencia propia para configurar un nuevo elemento distintivo de la zona. El jurado internacional y las autoridades apreciaron esta intención y felizmente premiaron nuestra propuesta ».
La obra es un puente para tráfico de carretera, peatonal y ciclista de una longitud total de 280 m. cuyo elemento distintivo es un arco autoanclado que salva el río de 152 m. de luz y de flecha de 21.7 m. La particularidad formal y resistente de la obra proviene de que el arco sigue el trazado curvo del puente combinando la curvatura en planta con una inclinación hacia el interior configurando así a partir de la estructura, una obra con una marcada dimensión espacial que aporta un gran dinamismo visual.
Los esfuerzos transversales originados por la geometría alabeada que se genera con esta disposición se recogen mediante un arriostramiento superior formado por una celosía de tubos, elemento esencial también en la configuración formal de la obra, al disponerla de forma abovedada entre los arcos para acentuar la espacialidad de la estructura. El tablero se resuelve con un tablero ortótropo formado por dos cajones longitudinales intermedios colgados de péndolas inclinadas y vigas transversales curvas cada 4.50 m.
El tratamiento de las zonas peatonales es también un elemento relevante para configurar la obra. Se disponen en elementos exentos en los laterales soportando en voladizo por costillas que prolongan las vigas transversales. Se buscaba con alejar del tráfico a los peatones y a los ciclistas para así aumentar su confort durante el cruce, empleando también para este objetivo el efecto de cortina que crean las péndolas al intercalarlos entre ambas zonas. El espacio intermedio se aprovecha para disponer acabados con plantas para así dar continuidad al tratamiento con gran presencia de arbolado y jardines fuera del puente.
El tratamiento final se completa con una intensa iluminación ornamental con leds RGB que realzan la obra durante la noche.