La pasarela salta sobre el río Pisuerga desde una margen, sobre laderas muy escarpadas hasta una zona baja inundable protegida por un muro de encauzamiento, existiendo entre ambas márgenes un desnivel de unos 2 m. Este desnivel posibilitó y adecuó perfectamente la disposición de una pasarela colgada tipo “span band” o banda tesa o tensada. La pasarela salta el cauce del río Pisuerga de una a otra orilla con un perfil esbelto siguiendo una línea curva muy suave. La longitud del cruce es de unos 100 m, avanzando ligeramente los estribos se consiguió un vano principal de luz 85 m.
A partir de una solución de estructura colgada se ha buscado crear una obra con la máxima ligereza y la máxima transparencia. 150 años después, por fin, la ciudad de Valladolid puede decir con propiedad que cuenta con su Puente Colgante, en cierta manera un homenaje al fallido proyecto de puente colgante del Ingeniero de Caminos Andrés Mendizábal de 1883 que aunque no llegó a realizarse, dejo su impronta en la ciudad dando nombre a uno de sus itinerarios principales.