La avenida del río Segre en 1982 destruyó muchos puentes en la cuenca alta del Segre. Cuatro de ellos se sustituyeron por puentes colgantes, con luces que varían de 70 a 102 metros. Tres de estos puentes, la Reula (70 metros de luz), Basella (90 metros de luz) y Peramola (102 metros de luz) eran pasarelas, y se sustituyeron por puentes ligeros con carga limitada a 10 toneladas y un ancho de 3 metros. El puente de Figols (80 metros de luz) era un puente de tráfico normal, y se sustituyó por un puente para las cargas de la instrucción española, un ancho de plataforma de 5,50 metros y aceras de 1 metro.