El cruce del río se hace en un lugar donde la forma del cauce y las calles situadas en las orillas obligan a un puente de un solo vano de 125 metros de luz, con poca altura sobre el nivel del agua. Por ello se adoptó una estructura análoga a la del puente de Sancho el Mayor, pero con una expresión diferente.
La posición de los contrapesos en los lados de la vía de tráfico da una configuración espacial del atirantamiento, que se potenció en este puente con la disposición en paraboloide hiperbólico de los haces de compensación. Estos paraboloides hiperbólicos han sido unas de las claves de este proyecto, como se puede ver en todo su proceso, desde el primer dibujo, hasta la obra terminada.
También es fundamental en la fisonomía en ambos puentes, la inclinación de las torres, motivada por el equilibrio general de la estructura que da lugar a un polígono de fuerzas análogo al del puente de Sancho el Mayor.
La sección transversal del tablero está formado por un cajón monocelular prolongado por voladizos laterales. El cajón se triangula interiormente para referir las cargas de las almas al eje del puente donde se anclan los tirantes, y se triangula exteriormente para resistir los voladizos.
El tablero del puente se construyó por voladizos sucesivos atirantados, hormigonados in situ mediante carro de avance.
– Mención Especial de la Federation Internationale de la Precontrainte – 1978.
– L’ Industria Italiana del Cemento nº 725 (1997).
